Aunque a todo el mundo le parezca raro, estaba deseando que terminará este terrible agosto. Cuando vas leyendo y oyendo, lo bien que se lo ha pasado tan bien, lo que han disfrutado. Lo morenos que vienen, lo descansados, te aburres y te cansas.
Sobre todo si te miras al espejo, y estas tan blanca como en pleno invierno, y lo peor, que ha sido culpa mía, porque he tenido la playa a tiro de piedra.
Este agosto ha sido cansado, no he tenido ganas de nada, en plena crisis aunque nos empeñemos en olvidarla en agosto. Yo en cambio no la olvido nunca, siempre está presente en mi vida y marca las horas de mis días.
No, no en realidad tampoco ha sido el infierno de Dante en vida, ha sido más bien un ni bueno ni malo. Los niños con fiebre, una crisis que para mi cada vez se hace sentir más, sin coche, sin dormir. Todo eso ha sido la tónica de un verano duro, tan duro como este invierno.
Lo bueno del verano es que parece que todo es mejor, el sol. los días largos nos hacen sentir bien, por muchos problemas que tengamos.
De todos modos " mañana será otro día..."
