Los sábados son generosos, amables y siempre inquietantes. En un sábado no sabes nunca de antemano que ocurrirá, están fuera de la rutina, y a veces fuera de control.
Los sábados son siempre un poco locos, no sabes si oirás el timbre de la puerta sonar, y aparecer unos amigos, si irás a cenar o de compras.
Que tonta! eso ya nadie lo hace, ahora los sábados paseamos, miramos escaparates y como mucho, nos compramos un helado para pasear.
Pero no perdamos la esperanza, hoy mientras me planchaba el pelo, he tenido una visión, me he visto, de compras un sábado. Como he disfrutado!
Aseguro que mi visión era tan real, como lo soy yo misma, que maravilla!
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