Ayer fuí a hacer unas compras a Ikea, que bonito es poder comprar. Yo nunca he subestimado el poder del dinero, sé que no hay nada más poderoso que EL DINERO.
Si tienes dinero en el bolsillo, todo es más bonito, más fácil y mejor. Ahora que estoy padeciendo esta estúpida crisis, se me antojan cosas que nunca hubiera pensado, me fueran a gustar.
Todo lo que antes me pasaba desapercibido, ahora me vuelve loca, solo quiero comprar, quiero volver a lo que fuí en un tiempo, una compradora compulsiva.
Pero como "a falta de pan, buenas son tortas" ayer me fuí a Ikea, y con cuatro cosas, me sentí renacer. Algo en mi interior revivío. Es lo que hay, el dinero es mágico.
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